jueves, 9 de diciembre de 2010

Un plan B.

Situación: Te despertaste a las 6 de la mañana porque el nene lloraba y no te dejaba dormir, tu esposa sigue durmiendo. Intentaste volver a la cama, pero el sueño se había ido. Te fuiste a preparar para ir a trabajar y a desayunar, tu esposa seguía durmiendo. 7:45 de la mañana partis de tu casa hacia el trabajo. El tráfico es un caos y llegas tarde. 11 de la mañana, 29° de calor y el jefe no quiere prender el aire acondicionado para ahorrar gastos, mientras vos transpiras bulucas, tu esposa recién se levanta. 13:00 horas, almuerzan en la oficina porque hoy se hace día corrido. 15:30 tu cabeza estalla, no das más, queres volverte ya a tu casa, tu esposa duerme la siesta. 17:00 horas, faltan 30 minutos para terminar el día laboral. 18:00 seguís en la oficina, el jefe te pidió un informe urgente, porque según el era muy importante. Tu cabeza piensa en acuchillar a tu jefe. 18:30, por fin salís de la oficina y partís a casa. 19:04 llegás a casa, tu cabeza piensa: POR FIN!. Tu esposa no está. Vos te vas a bañar y después a ver el partido que tanto esperaste de tu equipo que juega por la semi-final de la copa. El partido está programado a las 21:00, tu esposa llega a las 19:45. 20:10, vos te pones cómodo, piernas arriba del sillon y a esperar el partido. Pero llega el momento en el que tu día está por ser arruinado, tu esposa te comenta con una voz irritante que tus suegros los invitaron a comer afuera, gente a la que no bancas. En ese momento tratas de disimular tu furia, inmediatamente te encerrás en el baño a pensar que excusa poner para irte a ver el partido. 20:30 pasadas, el tiempo se agota, y en ese instante se te prende la lamparita. Inventás que tu compañero de oficina perdió la mitad del informe, porque un virus de computadora se lo comió y que tienes que ir a su casa a arreglar el percance, además que vas a demorar. Se lo comentás a tu esposa y ella lo toma obviamente mal, pero no cancela de ninguna forma la cena con tus suegros. Ella dice que te esperan para comer, tu idea se fue al carajo. Te quedás mudo y sin nada que decir. Te perdés el partido, y encima tenés que bancarte a tus suegros.

MORALEJA: Siempre, en una situación desesperante hay que tener un plan B.

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